Wednesday, September 12, 2007

Bielsa, Aurelio y el realismo mágico

La prensa puso de relieve la actitud digna del candidato del Frente para la Victoria porque reconoció una derrota inapelable, aunque omitió mencionar las flagrantes violaciones que dicha coalición cometió durante el último tramo de la campaña preelectoral, como el anuncio de obras y el lanzamiento de programas de gobierno junto al presidente Néstor Kirchner y el gobernador Jorge Obeid, además del derroche de una verdadera fortuna en avisos publicitarios, cuya procedencia nadie pudo determinar, aunque se presume que salió de las arcas del estado.
En efecto, CASTELLANOS fue uno de los contados medios de comunicación de la provincia que dieron a conocer esta irregularidad, luego de que la ONG Ejercicio Ciudadano, revelara que Rafael Bielsa se negó a informar cuánto dinero gastó en su campaña.
Fue un acto tan insensato como desesperado, que pretendió torcer una tendencia que se reflejaba en cada una de las encuestas realizadas, incluso las de la propia administración nacional.
La maniobra urdida con el concurso del encuestador Julio Aurelio, quien pronosticó un triunfo del Frente para la Victoria quedará guardada en la vasta memoria de los casi 25 años de ininterrumpidos gobiernos justicialistas.
El sondeo que los medios de comunicación favorecidos por el gobierno santafesino difundieron con generosidad, más que un estudio científico parece una obra de realismo mágico. En declaraciones a una radio porteña, Aurelio aseguró que si bien Binner gozaba de una ventaja de casi 15 puntos en el momento de realizarse la interna abierta, en las últimas semanas se dio “un cambio muy importante en la intención de voto”.
Más cerca de la magia que de la estadística el encuestador afirmó que según sus proyecciones, «con los datos de la última semana existiría un empate técnico de 42 sobre 41 puntos a favor de Bielsa» y hasta se animó a pronosticar que el candidato del Frente Progresista podría “llegar a ganar por cuatro puntos de diferencia».
Lo más indigno de todo es que para dibujar esos números, Aurelio no solamente debió inflar los del candidato oficialista, sino también sostener la inverosímil idea de un retroceso de la intención de voto hacia Hermes Binner de aproximadamente cuatro puntos porcentuales con respecto a las primarias y de casi ocho puntos porcentuales con respecto a lo que finalmente obtuvo en las generales del domingo último.
Eso es lo que se llama una forma digna de competir.