
"Todo lo que Amiel quiso decir y fluye del meloso comentario, es que en cualquier paisaje podemos descubrir correspondencia con algún estado de nuestro espíritu; concepto casi tan pueril como el lenguaje de las flores, y que convertiría la inmensa naturaleza en un repertorio de metáforas", aclara el maestro francés en su "Viaje intelectual".
Busto del escritor francés en el Parque 3 de Febrero de Buenos Aires.