Saturday, March 11, 2006

Hoteles abandonados

Siempre me atrajeron los hoteles abandonados, como el que se encuentra en las termas de Villavicencio. "Los hoteles son instituciones", me dijo el propietario de un establecimiento de mi ciudad y no puedo sino acordar con esa afirmación.
Son instituciones porque se encargan de recibir a los visitantes y porque funcionan como una suerte de puerta de entrada a una comunidad.
A pesar del esmero del personal, sin embargo, los hoteles siempre me resultaron fríos y tal vez por ello me hacen añorar el hogar.
Los hoteles abandonados son más fríos todavía, aunque con solo pensar en los momentos de felicidad que albergaron sus habitaciones que hoy se encuentran vacías y despobladas de muebles, cubiertas de telarañas y polvo, adquieren para mi un significado diferente.

En la fotografía de arriba estoy posando frente al viejo hotel de las Termas de Villavicencio, en la provincia de Mendoza. Abajo puede verse el Gran Hotel Viena, construido muy probablemente por refugiados nazis en la localidad cordobesa de Miramar, a orillas de la laguna Mar Chiquita, cuyas aguas salobres hoy carcomen su estructura.