En la vida se puede actuar con o sin dignidad, me repito por estos días, cuando veo las actitudes que adoptan personas que por su preparación y posición, no deberían adoptar.
Estoy hablando, obviamente, de mi trabajo. De los caminos que toman quienes no saben competir más que con la intriga y la calumnia...
Creo que vivir dignamente, como suele decirse, implica no solamente un mínimo de comodidad y de necesidades satisfechas, sino también una forma de conducirse que evite la posibilidad de avergonzarnos de nosotros mismos.