Wednesday, December 14, 2005

Un lugar en el mundo

Me gusta viajar aunque no soy un fanático. Cada vez que lo hago lo disfruto al máximo, trato de observar todo lo que puedo. Voy no solamente a sitios turísticos, sino también a ciudades del interior como Rosario, Buenos Aires y Córdoba.
Donde más a gusto me siento es en las pequeñas localidades de la denominada Pampa Gringa, donde me crié y todavía vivo.
Claro que a la hora de salir de vacaciones prefiero lugares impactantes como la cordillera de los Andes, especialmente la parte correspondiente a Cuyo y el Noroeste.
Nuestras últimas vacaciones las pasamos justamente con mi pareja Silvina entre las provincias de La Rioja, San Juan y Mendoza.
Tengo varias fotografías para compartir de ese viaje, como por ejemplo la que figura arriba, donde estoy posando en el Barreal blanco, un lugar impresionante del sudoeste sanjuanino, con el cerro Mercedario detrás.
Ese cerro es uno de los más altos de América y obtuvo trascendencia al ser escenario de la catástrofe aérea que dio lugar al libro y la película Viven.
Cerca de allí se encuentra el observatorio astronómico El Leoncito, donde se pueden hacer observaciones y pasar la noche en cómodas instalaciones.
Me gustan los Andes porque son imponentemente bellos, porque inspiran respeto y regocijan el espíritu con sus paisajes.
Si tuviera que elegir un lugar en el mundo no lo dudaría y optaría por Barreal, en la provincia argentina de San Juan.