Afortunadamente, como tantos otros años, 2009 me dejó lecturas inolvidables. Esta es la lista incompleta de los libros que más me gustaron durante el año que termina:
-“Diario de Berlin” de William Shirer (Editorial Debate), porque muestra cómo un buen periodista, más allá de sus creencias e ideología, se orienta incluso en medio de los hechos más complicados como la II Guerra Mundial.
-“Ensayos sobre el fascismo” de Norberto Bobbio (Editorial Prometeo – Universidad Nacional de Quilmes), porque es un clásico de la literatura política que revela todas las facetas de un fenómeno siempre fascinante como el surgimiento del fascismo en Italia.
-“Sicilia como metáfora” de Leonardo Sciascia (Editorial Fondo de Cultura Económica), porque descubre a un escritor exquisito que además está dotado de una percepción extraordinaria sobre otro fenómeno no menos singular: la mafia siciliana.
-“El archivo de Egipto” de Leonardo Sciascia (Editorial Bruguera), porque es una de esas narraciones del autor italiano que como me dijo Bioy Casares hace poco más de diez años, “da pena terminar de leer”.
-“Truman Capote, la biografía” de Gerard Clarke (Editorial Vergara), porque es una biografía sobre uno de los escritores más cautivantes del siglo XX, perfectamente documentada y excelentemente redactada, algo no muy común en este género. -“La casa de Dostoievsky” de Jorge Edwards (Editorial Planeta), porque es una bella novela de uno de los autores latinoamericanos que más me deslumbran.
-“Patagonia Express” de Luis Sepúlveda (Editorial Tusquets), porque es el relato de un viaje fantástico entre la Patagonia, el Amazonas y España.