Tal vez por la ligereza de su aire la arquitectura colonial española no es tan pesada como en otras partes del continente.
Ubicada al norte de los bellísimos Valles Calchaquíes, se destaca precisamente por su naturaleza de transición.
Cachi es una suerte de sosegado pero melancólico adiós a la cultura de los valles y a la vez una bienvenida resignada a la puna jujeña.