Pasarse unas cuantas horas en una buena librería casi siempre tiene recompensa y el lunes pasado, tras recorrer sin plan preestablecido un local del centro rosarino, fui a dar con la agradable sorpresa de una edición en español de "Días de ocio en la Patagonia", del escritor argentino de origen anglosajón, William Hudson, a quien seguramente recordarán por "Allá lejos y hace tiempo", su obra más conocida.
Mientras leía las primeras páginas, de regreso a Rafaela, pensé que es una injusticia que haya tantas obras sobre la Patagonia y muy pocas sobre otras regiones tanto o más atractivas de nuestro país como Cuyo y el Noroeste Argentino.
Competir con la Patagonia no es sencillo, ya que sus tesoros son reales y su fama, mundial. ¿Pero hay tanta diferencia con Cuyo o el NOA? Claro que no.
Sin embargo, en contraste con otras zonas afortunadas del país, tanto desde el punto de vista natural como cultural; los valles, mesetas, lagos y páramos del Sur siempre ejercieron una atracción especial sobre los viajeros extranjeros, tal como puede comprobarse revisando el catálogo de una biblioteca bien provista.
Es un punto a mi favor, me dije, al cerrar el libro, pensando en mi proyecto de publicar un libro que entre otras tantas cosas, rescate mis viajes por Cuyo y el NOA.